La proeza de atletas adolescentes

La niña 10 de las olimpiadas , Quan hongchan y atletas adolescentes que con 12.13.y14 años han logrado ganar medallas, es una de las noticias más destacadas que han dejado los juegos de Tokio.

Esto viene a demostrar el potencial de excelencia que puede llegar a tener un niño cuando se entrena con diciplina en un objetivo específico.

En un estudio realizado por la UNICEF se determinó que 200 millones de niños y niñas menores de 5 años no desarrollan todo el potencial debido a factores de falta de nutrición adecuada, buena salud y ambiente estimulante, segura y sensible a sus necesidades. Lo que habla de la poca importancia que se le está prestado a un grueso sector de la población infantil.

Ahora sería interesante reflexionar a partir de este episodio de los jóvenes excepcionales en tokio, la importancia que representa el entrenamiento, la disciplina, la educación y las habilidades sociales en el fortalecimiento del tejido social de nuestro hemisferio.

Es oportuno hacer referencia a uno de los psicólogos que más me ha inspirado por la forma puntual en que oborda la importancia que tiene la edad inicial en la integralidad del hombre, me refiero al padre de la teoría del desarrollo Erik Erikson, quien nos advertía que la etapa inicial del niño es mudular para la conformación de un sujetó éxitoso, aseveraba Erikson que en los estadios iniciales se lograban conformar facultades como la confianza, la autonomía ,la iniciativa y la creatividad por lo que es la edad crucial para la conformación del niño de nivel 10.

En los primeros años de vida el desarrollo cerebral es más rápido, las neuronas forman conexiones a un ritmo asombroso de 700 a 1000 nuevas conexiones por segundo. Estás conexiones sinápticas tempranas constituyen la base de la neuroplasticidad que subyace a lo largo de la vida su capacidad de aprender, adaptarse a los cambios y adquirir resiliencia psicológica.

Cabe destacar, que los errores y fracasos forman parte de ese proceso de búsqueda de la excelencia,  por lo que debemos apartar todo los vestigios de perfeccionismo obsesivo que valla en detrimento de su prosperidad.

Claro está, ese perfil, ese resultado final de un niño con capacidades amplías lo va a determinar una atención balanceada que consiste como ya hemos mencionado en una adecuada nutrición y el entrenamiento en habilidades sociales dónde destaca la inteligencia emocional y el sentido de vida que responderá siempre a la gran pregunta de quién soy y que quiero.

Ahora bien ,la excelencia hace parte de la voluntad, esa voluntad que te impulsa  a  dar el máximo esfuerzo que hay en ti . Es ese valor del esfuerzo que a pesar de que no siempre consigamos la meta deseada, va a dejar en ti esa satisfacción de que hicistes todo lo que estaba a tu alcance. 

En definitiva la educación debe ser una herramienta para el desarrolló de niños excepcionales, es por ello que los gobiernos, empresas privadas, sociedad civil (ONG, fundaciones) y familias deberíamos concientizar que solamente invirtiendo sin escatimar el mas mínimo esfuerzo en nuestro recurso humano, el patrimonio más preciado que tiene un país, es como lograremos la proliferación de niños y niñas con niveles de excelencia o lo que es hoy en el código olímpico la niña 10 que reapareció nuevamente en estas olimpiadas desde los célebres 10 de Nadia Cumaneci  en 1976.

A mí me parece oportuno el episodio que resalta la obtención de medallas por parte de estos niños en estas olimpiadas de Tokio ya que permiten hacer una revisión exaustiva de la inversión que se esta haciendo en nuestras poblaciones infantiles y preguntarnos si es suficiente el esfuerzo que hoy los entes encargados de velar por el bienestar de los millones de niños en el mundo lo están haciendo, tenemos la disposición política e institucional para que estos niños 10 se multipliquen y se convierta en un evento común y menos en un hecho aislado y asombroso.

El objetivo de las sociedades progresistas debe ser empoderar a la población infantil para transformarlos en ciudadanos de excelencia, necesitamos invertir mas en niños y niñas de excelencia pues en definitiva de ellos dependerá la sanación del intoxicado tejido social Latinoaméricano.

Cordial saludos

Apóstol del servicio