La recuperación del Ser

 La Recuperación del Ser


Cuando una sociedad ha experimentado un largo proceso de dominación y control social no es extraño que incorpore algunos de esos elementos de dominación en su propia cultura y formas de ser. El permanecer en un estado sostenido de dominación se convierte, como dicen los psicólogos, en “condición de ser".

Esto se debe en gran parte a la influencia que ejercen la cultura y las instituciones del poder sobre la gente. A través de la educación, las leyes, la religión y otros medios, se puede inculcar en las personas ciertas actitudes, valores y comportamientos que refuercen el estado de dominación política o social. Con el tiempo, estas actitudes y comportamientos se convierten en una parte integral de la cultura social. Ya en este punto es difícil que las personas se zafen del halo dominador, incluso, después de que la fuente de dominación ha sido erradicada.


Superar esta "condición de ser" requiere un esfuerzo consciente y sistemático por parte de la sociedad para desmantelar las estructuras y actitudes que sostienen, ya no sólo fuera del sistema, sino dentro, en la psique,lo que llamamos el estado de dominación. El salto entre dominación y libertad implica la revisión de las leyes, la educación y otras instituciones para desmontar el viejo sistema y sustituirlo por nuevos valores para la sociedad, como pueden ser; la defensa de la libertad individual, el derecho a la vida, la libertad de expresión, ser educados de acuerdo con las creencias de la familia y muchos otros.


En el caso de Venezuela, el desmontaje de la condición de ser del individuo dominado debe ser una prioridad, inclusive antes del cambio de poder. Según Sartre, la libertad es antes que todo, la capacidad de decir NO, frente a la injusticia o la falta de verdad. Y es precisamente allí, en el quiebre de la voluntad individual dónde los sistemas de dominación operan para insertar los modos del dominado en el ser.

Quizás este es el plano transversal existencial de la lucha en nuestra nación: la recuperación y defensa del ser y su condición de libertad. Les corresponde a nuestros líderes hacernos despertar del largo letargo de la dominación y es la ineludible tarea de cada ciudadano asumir con responsabilidad su propia libertad, y llegar así a una comprensión más profunda de nosotros mismos y de nuestra sociedad. Es allí donde está el propósito real de la política, la democracia e incluso de la seguridad.

En tal sentido, la defensa de la psique es la última (o quizás la primera) línea de sobre la cual la seguridad debe

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