La Dramaterapia

 Los dramaterapeutas utilizan el teatro como método terapéutico para ayudar a personas con dificultades físicas, mentales, sociales y emocionales. A través del teatro, los pacientes pueden explorar sus dificultades y experiencias, comunicar sus sentimientos y superar sus problemas sociales. Los dramaterapeutas trabajan en muchos entornos, incluyendo escuelas, hospitales, servicios asistenciales, prisiones y centros de rehabilitación de personas con drogodependencia o alcoholismo.

FUNCIONES:

Los dramaterapeutas trabajan con una amplia gama de pacientes, incluyendo personas con problemas de salud mental, dificultades de aprendizaje, enfermedades físicas, tales como el sida, o problemas de comportamiento y de adicción a las drogas y el alcohol.

Cuando el dramaterapeuta se entrevista con un paciente por primera vez, debe escucharle  y hablar con él empáticamente. Pueden realizar algunos juegos o ejercicios sencillos (diálogo mayeutico) para evaluar el problema y decidir la mejor manera de ayudarle.

A veces, los dramaterapeuta pueden referir al paciente a otros profesionales, como psicólogos, médicos y maestros, para realizar una valoración en común.

Los dramaterapeutas trabajan tanto con grupos como de forma individualizada, dependiendo del entorno donde trabajen. A menudo, forma parte de un equipo de trabajo en un entorno especializado, y debe adaptarse a las necesidades  significativas del paciente.

El dramaterapeuta tiene como objetivo crear un ambiente seguro y no amenazante en el que los pacientes se sientan capaces de expresarse libremente a través del teatro, explorando la propiocepción y la interosepcion de los mismos.

Los dramaterapeutas no esperan que los pacientes sean actores, sino que les animan a explorar su propia creatividad y auto afirmación, y  así con ello,  comprender los problemas subyacentes.

El objetivo de la dramaterapia no es por tanto que el paciente se convierta en un buen actor o que cree un espectáculo para que los demás lo puedan ver.

Aunque el teatro no se centra por sí solo en los problemas personales de los pacientes, el proceso de creación y auto afirmación en si misma es una forma de terapia vital.

Este método de expresión teatral podría realizarse a través de:

Dramacuentos.

Juegos de Roles.

Movimiento y danza.

Improvisaciones.

Lecturas dramatizadas.

Estas actividades ayudan a los pacientes a trabajar a través de sus experiencias entendiendo como experiencia no solo lo que pasa, sino lo que aprendemos de lo que pasa, expresar sus sentimientos y emociones, y a comunicar su dolor y angustia, sin necesidad de utilizar el habla, de forma que el método puede resultar muy útil para pacientes a quienes les cuesta comunicarse con el habla.

El dramaterapeuta intenta que los pacientes alivien sus frustraciones y liberen el estrés, de forma que comprendan mejor de la causa de sus problemas, mejoren la confianza en sí mismos y establecer relaciones con los demás. Además, los pacientes también pueden divertirse, lo que en sí mismo puede constituir una de las funciones de la terapia.

Los dramaterapeutas también permiten a los pacientes experimentar con diferentes formas de sentir, de pensar y de comportarse. (Ser, Hacer, Conocer.)

Por ejemplo, las personas con problemas de salud mental a menudo han creado papeles para sí mismas, que interpretan como mecanismo de defensa para tratar sus dificultades. La improvisación, a través del juego de roles puede ayudar a este tipo de pacientes a ser más espontáneos y a alejarse de las formas rígidas de comportamiento que han preestablecido.

Los pacientes pueden aprender a afrontar situaciones sociales distintas a través de la participación en la observación y los juegos de roles. Los dramaterapeutas pueden alentar a sus pacientes a probar diferentes estrategias para gestionar el estrés, casos de agresión, déficit de atención, etc.

Trabajar con otras personas en una obra de teatro fomenta el trabajo en equipo y construye relaciones de confianza y auto afirmación entre los pacientes que participan. 

 En definitiva la dramaterapia  debe ser considerada como una modalidad terapéutica en la cual las actividades dramáticas, dentro de una relación terapéutica, son usadas para ayudar a individuos o grupos a hacer cambios en su personalidad y llevar a cabo un mayor grado de funcionamiento productivo. 

Un cordial abrazo

Apóstol del servicio.

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